Mucha gente que visita los volcanes —principalmente aquellos cuya visita no se relaciona con el montañismo— hace base en el Paso de Cortés. Desde aquí puedes realizar caminatas por senderos que se abren camino entre matorrales alpinos y los últimos manchones de pinos que sobreviven a esta altura. Esta es una zona muy importante en cuanto a diversidad de especies y es probable que avistes algunas aves interesantes si pones atención a tus alrededores. La zona es hábitat natural de halcones, charas azules, vencejos, pájaros carpinteros y muchas otras especies. Si tienes mucha, pero mucha suerte, tal vez puedas avistar al animal más icónico de la zona, el conejo de los volcanes o teporingo.
El Paso también es un sitio muy socorrido para sacar fotos del Popocatépetl. Si te gusta la fotografía nocturna, planea tu visita para una noche en la que haya luna nueva y la vía láctea sea visible. ¿Un tip? Entre abril y junio, el centro galáctico se acomoda muy bien detrás de Don Goyo. Si la noche está despejada y no hay luna, tendrás una foto increíble del Popocatépetl con estrellas infinitas prácticamente garantizada.