Delicioso restaurant para desayunar al perfecto estilo mexicano.
La carretera que va de Amecameca al parque es muy pintoresca; avanzarás entre bosques de pino y desde algunas de las curvas comenzarás a ver las cimas de los volcanes, impresionantes y enormes, pero aún lejanas. Este camino te llevará directamente al Paso de Cortés. No hay pierde ya que la sección de carretera que continua después de el Paso —en dirección a Tlamacas y a las faldas del Popocatépetl— está cerrada desde que Don Goyo empezó a hacer ruido a finales del siglo pasado.
Mucha gente que visita los volcanes —principalmente aquellos cuya visita no se relaciona con el montañismo— hace base en el Paso de Cortés. Desde aquí puedes realizar caminatas por senderos que se abren camino entre matorrales alpinos y los últimos manchones de pinos que sobreviven a esta altura. Esta es una zona muy importante en cuanto a diversidad de especies y es probable que avistes algunas aves interesantes si pones atención a tus alrededores. La zona es hábitat natural de halcones, charas azules, vencejos, pájaros carpinteros y muchas otras especies. Si tienes mucha, pero mucha suerte, tal vez puedas avistar al animal más icónico de la zona, el conejo de los volcanes o teporingo.
El Paso también es un sitio muy socorrido para sacar fotos del Popocatépetl. Si te gusta la fotografía nocturna, planea tu visita para una noche en la que haya luna nueva y la vía láctea sea visible. ¿Un tip? Entre abril y junio, el centro galáctico se acomoda muy bien detrás de Don Goyo. Si la noche está despejada y no hay luna, tendrás una foto increíble del Popocatépetl con estrellas infinitas prácticamente garantizada.
Desde el Paso de Cortés dirígete a La Joyita. Este punto está a unos siete kilómetros de la entrada al parque y se llega por un camino de terracería apto para prácticamente cualquier tipo de vehículo —aunque también puedes llegar a pie por el Sendero Alpino que mencioné anteriormente. En La Joyita y sus alrededores hay varias áreas para acampar y los fines de semana se ponen puestos de quesadillas y demás antojitos para saciar tu hambre de alta montaña. Muchas de las personas que suben a la cima del Iztaccíhuatl montan campamento en esta zona.
Primer punto en el ascenso al Iztaccíhuatl, aquí tendrás unas vistas espectaculares del volcán antes de iniciar tu caminata.
Apreciando el atardecer antes de pasar la noche en la Joyita.
Primer punto en el ascenso al volcán Iztaccíhuatl indicando desde la Joya, como 1 hora de trayecto a buen paso puedes hacer hasta este lugar, aquí encontrarás increíbles vistas del vecino Popocatépetl.
De la Joya al primer Portillo y de este Paso de Coyotes al segundo Portillo se ganan 130 mts.
También llamado el Mira Puebla, es el tercer punto más importante en el ascenso desde los pies del Iztaccíhuatl, aquí encontrarás un mirador con impresionantes vistas del lado poblano.
También llamado Paso del Jabonero, uno tiene que tener mucho cuidado en esta zona debido a la arena suelta y piedras resbaladizas.
El Refugio De Los 100 se encuentra en la montaña Iztaccíhuatl, puede ser una subida desafiante aunque con vistas hermosas. Desafortunadamente no se puede escalar el Popocatepetl debido a que lleva activo por varios años y el gobierno mexicano decidió cerrar el acceso en 1994. Sin embargo, se puede apreciar mientras se escala el Izta.
El ascenso por la rodilla derecha es algo complicado, con la ladera muy vertical y resbalosa, cualquier paso en falso puede significar una caída mortal.
Por fin hacemos cumbre en el volcán Iztaccíhuatl, llegando a la primera rodilla situada a 5,050 metros sobre el nivel del mar, con unas vistas impresionantes del Estado de México, Puebla y el resto del Volcán.
Terminando el recorrido, después de 12 horas de senderismo, empezando a las 4 am y terminando a las 4 pm, nos despedimos del Iztaccíhuatl con unas increíbles vistas desde La Joya.
Tras dejar el Iztaccíhuatl lo último que vemos es una increíble fumarola en el Volcán Popocatépetl, despidiéndonos del parque nacional para volver en otra ocasión.